Los Bombers de Palma realizaron durante la mañana de ayer una exhaustiva revisión del edificio de la Lonja que tuvo que ser evacuado por peligro de derrumbe durante la noche del miércoles.
Ayer, a primera hora de la mañana, una amplia dotación de los bomberos y técnicos especializados se desplazaron hasta el número 5 de la calle Jaume Ferrer de Palma.
Tras realizar la revisión, un representante del cuerpo de bomberos manifestó: «El forjado de la primera y segunda planta está correcto. El resto, las plantas superiores, hay riesgo inminente. No existe, por el momento un peligro de derrumbe. Se tiene que proceder a la realización de una limpieza, especialmente en las plantas superiores y de esta manera descargar el peso que soporta el inmueble», añade.
Los expertos, en primer lugar, estudiaron el estado de la estructura. Acto seguido, con ayuda de un camión autoescalera procedieron a la realización de una limpieza general básica de la fachada. Los bomberos se centraron especialmente en eliminar los cascotes, barrotes y objetos que pudieran ser propensos a caer sobre la calzada.
Toda la operación estuvo supervisada en todo momento por un amplio dispositivo policial integrado por cuatro agentes y una oficial que impidieron que los numerosos curiosos accedieran a la zona.
En un primer lugar, los trabajos de apuntalamiento y limpieza del inmueble afectado correrá a cargo del Ajuntament de Palma y, posteriormente se tramitarán los gastos ocasionados a los propietarios.
Varias vigas de las plantas tercera y cuarta se encuentran en muy mal estado y la habitabilidad en esas plantas es imposible.
Cabe destacar que los bomberos, al entrar en la última planta, se encontraron con una situación muy atípica. Una vivienda muy vieja, sucia, y con muchos trastos, pero al mismo tiempo, el inmueble contaba con una televisión de plasma de última generación, un ordenador con conexión wi-fi y un gato muerte, por causas naturales, sobre la cama del dormitorio desde hacía varios días y desprendiendo un fuerte olor.
Hasta la zona afectada se acercaron algunos de los desalojados con la finalidad de recoger algunas de sus pertenencias, especialmente medicinas y objetos de valor.
Por otra parte, en la calle Joan Miró 101, el techo de la entrada de la zona de vehículos del edificio Nazaret se desplomó. Rápidamente se desplazaron los bomberos, precintaron la zona afectada y retiraron los escombros.
Durante la jornada de hoy está previsto que los técnicos municipales se desplacen hasta el lugar y realicen una revisión.