La AUGC (Asociación Unificada de Guardia Civiles) ha solicitado la suspensión cautelar del sargento de la Policía Judicial del cuartel de Inca acusado por sus subordinados de encañonarlos y humillarlos.
La noticia adelantada ayer por Ultima Hora tuvo un gran impacto en la Comandancia de la Guardia Civil de Palma. Oficialmente, se informó que el caso está siendo investigado por un juzgado de Inca y que no habría declaraciones «porque se trata de un asunto interno del Cuerpo». Sin embargo, a nivel oficioso, trascendió que algunos mandos estaban «disgustados» con la actitud de los guardias civiles denunciantes, porque consideraban que era más apropiado haber denunciado los hechos en la Guardia Civil, y no en un juzgado. Algo así como «lavar la ropa sucia en casa».
Asesorar
La AUGC, en cambio, sí se pronunció sobre el caso y destacó que se trata de un asunto «gravísimo». «Tuvimos conocimiento de los hechos hace dos semanas y ante la gravedad de los hechos decidimos que nuestros servicios jurídicos tomaran cartas en el asunto y asesoraran en todo momento a los agentes denunciantes». explicó un portavoz autorizado de la asociación.
«Estamos estudiando la conveniencia de personarnos como parte en la causa abierta y pedimos que desde la Comandancia se adopten las medidas cautelares oportunas», añadieron las mismas fuentes.
Para la AUGC «no debe tolerarse bajo ningún concepto que un mando supuestamente atente contra la dignidad de sus subordinados y mucho menos que los insulte, menosprecie y les amenace con un arma de fuego. Tal conducta tiene claros indicios de delito», concluyeron.
Por su parte, el sargento denunciado ha negado de forma categórica que humillara y amenazara con una pistola a sus agentes de la Policía Judicial. Siempre según esta versión, cuando llegó en agosto a su nuevo destino, se encontró con algunos comportamientos que no eran de su agrado y cuando intentó enderezarlos fue denunciado. El mando se refiere al uso supuestamente indebido que realizaban algunos subordinados de los coches oficiales, y que él intentó corregir. «Quiso poner orden y se ha encontrado con las denuncias», sostuvo una fuente del entorno del sargento.