Agentes del Cuerpo Nacional de Policía culminaron una extensa operación contra la posesión y distribución de pornografía infantil en internet. Cerca de 600 agentes participaron en un dispositivo que se ha prolongado durante dos semanas y finalizó con la detención de 74 personas, otros 61 imputados, y la intervención de millones de archivos de pornografía infantil en los 130 registros realizados.
Dos de las detenciones se produjeron en Palma y Bunyola. Los arrestados son: Un directivo comercial identificado como Gabriel P.C., de 49 años y Juan S.D., de 45 años, en paro. Ambos descargaban archivos pedófilos. A uno de ellos se le incautó un disco duro con cuantioso material. A los dos mallorquines se les imputa un delito relativo a la relación y prostitución de menores, es decir, prostitución infantil. Esta operación contó con la colaboración internacional y, sólo en España, se han investigado aproximadamente 2.500 conexiones y se han identificado a 180 usuarios que compartían y poseían material pornográfico en el que intervienen niños y adolescentes.
La investigación la dirigió el Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid y ha requerido, además, la participación de otros 75 juzgados y 105 secretarios judiciales para efectuar los 130 registros realizados en más de una treintena de provincias. En los registros se procedió a la incautación de gran cantidad de material informático en los que se encontraban millones de archivos de pornografía infantil y que será minuciosamente analizado con el fin de determinar cualquier dato que sea de interés para identificar a los agresores, a los niños víctimas de los abusos o si alguno de los implicados fuera además autor de agresiones a los menores. A pesar de las numerosas operaciones policiales realizadas en todo el mundo, las redes P2P siguen siendo utilizadas habitualmente por los pedófilos para distribuir archivos de pornografía infantil. La tenencia y distribución de estos materiales está tipificada como delito castigado con penas que oscilan entre uno y cuatro años de prisión.
El material distribuido contenía archivos de vídeo de extrema dureza, tales como agresiones sexuales a menores de muy corta edad.