JAVIER JIMÉNEZ
Comandados por el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, el Cuerpo Nacional de Policía llevó a cabo ayer la «Operación Sofía», que investiga una estafa millonaria internacional con acciones de una gran inmobiliaria.
A las nueve en punto de la mañana, Horrach y un grupo de agentes de Delincuencia Económica se personaron en un edificio de la Avenida Comte Sallent, en Palma, y registraron la sede de Onix Office Management. El negocio se encuentra en el edificio de la compañía de seguros Santa Lucía, aunque la aseguradora no tiene nada que ver con la operación policial.
El despliegue policial duró hasta poco después del mediodía y fueron muchos los curiosos que se acercaron hasta ese tramo de las Avingudes para interesarse por lo que estaba ocurriendo. Durante horas los funcionarios subieron y bajaron a la sede, cargados con cajas llenas de material informático y documentación. Todas esas pruebas serán analizadas por los expertos en delitos económicos y tecnológicos y se añadirán al sumario de la «Operación Sofía». Los cuatro acusados son una mujer de nacionalidad inglesa, cuyas siglas se corresponden con D.M.M., de 38 años; un canadiense de 52 llamado B.J.G; otro inglés de 45, P. CH.; y un español de 39: J.M.M.T. Todos ellos fueron trasladados a los calabozos de la Jefatura de Policía, en la calle Ruiz de Alda, y entre ayer y hoy estaba previsto que prestaran declaración por un delito de estafa.
Además de la sede de Onix, los agentes registraron ayer un local en Santa Ponça y una casa en la calle Júpiter de Sa Vileta, propiedad de uno de los implicados. Las acciones que se vendían a través de Onix estaban «hinchadas» por un valor seis veces superior al real y de momento son treinta personas las afectadas por la estafa que se gestó desde Mallorca. La mayoría de perjudicados son inversores de nacionalidad británica.