JULIO BASTIDA
Eran algo más de las doce y veinte de la madrugada de ayer, cuando el centro de emergencias y la centralita de la Policía Local de Palma quedaron colapsadas ante la avalancha de llamadas de ciudadanos que divisaban desde sus domicilios una inmensa cortina de humo negro procedente del complejo alimenticio Mercapalma.
A las 00:33 horas, la nave Palmafruit prendía en llamas, por causas que se desconocen y que en próximos días serán investigadas. El devastador efecto del fuego se propagó con rapidez a las naves colindantes y viéndose afectadas las empresas Pescados Bauzá Giménez y el Banco de Alimentos (ONG).
Los 2.768 metros cuadrados del Pavelló VI de Polivalència donde se encuentran ubicadas las tres naves afectadas, suponen el 1'3% de la superficie total de Mercapalma.
Los Bombers de Palma eran alertados y con rapidez desplazaron varias dotaciones del parque auxiliar de la Platja de Palma. Debido a la magnitud del incendio, no dudaron en solicitar refuerzos y en cuestión de minutos ocho vehículos de los diferentes parques y más de 40 bomberos participaron directamente en la extinción del siniestro.
Dos reporteros de Ultima Hora, fuimos testigos directos y compartimos horas de nervios, tensión y dramatismo en el incendio que ha azotado al mayor supermercado de distribución alimenticia de Balears y que transcurrió de la siguiente manera:
1:05 horas: los Bombers solicitan el corte del suministro eléctrico en toda la zona. Tienen rodeado el perímetro y comienza el desalojo, con urgencia, de los vehículos que se encontraban próximos a las naves afectadas.
1:10 horas: los agentes de la Policía Local de Palma toman posiciones y establecen un control de salida de todo el personal que intentaba abandonar el recinto. Todas las personas eran paradas y se les tomaba la afiliación.
1:15 horas: llegan dos camiones cuba de Emaya para suministrar agua a los Bombers. También hace acto de presencia Germán Chacártegui, director de Medi Ambient de la empresa municipal para supervisar y coordinar la colaboración municipal. (Hasta seis camiones participaron ayudando al transporte de agua).
1:32 horas: se viven momentos de tensión y nerviosismo. Parte de la estructura metálica de la nave donde se originó el fuego ha cedido ante las altas temperaturas. En el interior de la misma, además de fruta, pescado congelado y el mobiliario, los bomberos son informados de que se encuentran seis toros mecánicos con el depósito lleno de combustible.
1:40 horas: el personal sanitario del 061 comienza el reparto de bebidas y fruta a los más de 40 bomberos que trabajaban en las labores de extinción. Dos ambulancias medicalizadas estaban pendientes de los servicios de emergencia que luchaban a contrarreloj con el efecto de las llamas.
1:55 horas: los allí presentes vemos a Francisco Bauzá, propietario de una de las empresas afectadas Pescados Bauza-Gimenez. Está roto. A escasos quince metros de la estructura en llamas de su empresa, contempla como el fuego está truncando su trabajo y el de decenas de trabajadores. No habla, aún no tenía asimilado el duro varapalo que acaba de recibir.
2:35 horas: la situación parecía estar controlada cuando de repente, se oyeron ruidos de cristales y la estructura de la tercera nave caía por completo.
2:50 horas: nos informan que la nave donde se originó el incendio estaba siendo reformada y que, posiblemente, el fuego pudo iniciarse a raíz de las obras. Los Bombers, matizan que esta información corresponde a los investigadores de la Policía Nacional.
3:00 horas: los Bombers, dan por controlado el incendio.
4:00 horas: el fuego ha sido extinguido y se da por finalizado. A pesar de ello, un retén se queda toda la noche y al día siguiente (ayer para el lector) para refrescar la zona y evitar males mayores. La pesadilla se da por finalizada.