«Hace veinte días que el torrente que pasa junto al hostal se desbordó. Al día siguiente desfilaron técnicos del Ajuntament, de la Conselleria de Medi Ambient, bomberos etc... y aquí nadie ha hecho absolutamente nada para solucionar el problema. El miércoles, en cuestión de cinco minutos, el torrente se volvió a desbordar y la terraza se llenó más de un metro y medio de agua», relata Manuel Sánchez, propietario del hostal Pinar de Palma.
Sánchez añade que «el informe de los bomberos dice que hay más de ochenta metros de torrente aplastado o bloqueado con asfalto y basura. Se trata de un tapón que impide el paso normal del cauce del agua, provocando el derrumbe del muro de protección».
El hostal Pinar cuenta con más de sesenta años de antigüedad y nunca había sufrido ningún problema. Ahora, en cuestión de un mes, los propietarios han tenido que evacuar el complejo en dos ocasiones.
«El miércoles, desde la Conselleria de Medi Ambient ordenaron el desalojo del establecimiento por precaución y nosotros tuvimos que recolocar a todos nuestros clientes. Las pérdidas son importantes y veremos quién se hará cargo de esto. Ahora sólo nos queda poner una vela a Dios y rezar para que no llueva porque de lo contrario no sé qué vamos a hacer», concluye Sánchez.