La Guardia Civil, de forma oficiosa, ha pedido la colaboración ciudadana para aclarar la muerte de Manuel Trejo Pomar, el joven de 24 años que apareció muerto en extrañas circunstancias en una montaña de Capdepera. El cerco se estrecha para localizar al conductor que supuestamente arrolló a la víctima.
La Policía Judicial sigue volcada en la resolución del caso, una vez confirmado por la autopsia que la muerte no fue ni natural ni un suicidio. Se trató, casi con toda seguridad, de un fallecimiento violento, por la embestida de un vehículo que luego no se detuvo a auxiliarlo. O por una caída. El problema es que el movimiento de coches en aquella montaña junto al radiofaro de Aena es muy limitado, ya que se trata de un tramo muy poco frecuentado. Sólo algunos cazadores y jóvenes suben aquella cuesta tan acentuada. Y uno de ellos, según creen los investigadores, tuvo que golpear a Manuel Trejo. El fontanero acudía con cierta frecuencia a ese paraje, donde se relajaba y meditaba.
Los investigadores tampoco descartan que el fallecido se precipitara desde lo alto del radio faro, una gran construcción en forma de hongo o de seta. Sin embargo, hay algunos extremos que no cuadran. La caída es de más de veinte metros y es muy difícil que alguien sobreviviera al impacto. La autopsia desveló que la muerte del joven no fue instantánea.
Durante todo el día de ayer los investigadores se entrevistaron con vecinos de Capdepera, para saber si alguien había visto a algún conocido en aquella montaña el miércoles.
Las diligencias avanzan a buen ritmo, pero de momento hay algunos puntos oscuros en la investigación que ni los resultados de la autopsia han permitido aclarar. Manuel Trejo fue hallado sin vida el miércoles por la noche por un grupo de amigos, que lo estaba buscando porque llevaba desde la mañana en paradero desconocido. Como sabían de su afición por aquel paraje, acudieron a la montaña y lo encontraron despeñado, en la ladera. Sin embargo, había rastros de sangre sobre el asfalto, a unos metros del cadáver. También estaban sus gafas graduadas y una bufanda.