AGENCIAS-ATENAS
El fiscal griego de Terrorismo y Crimen Organizado, Dimitris Papangelopoulus, ordenó ayer una investigación para determinar si los incendios que arrasan el país desde hace cuatro días y han causado al menos 63 muertos podrían ser considerados actos de terrorismo.
El Gobierno griego ha ofrecido una recompensa de un millón de euros a cambio de información. Se están practicando detenciones y hasta el momento se han presentado cargos contra al menos una docena de sospechosos.
El portavoz de los bomberos, Nikolaos Diamantis, ha asegurado en una conferencia de prensa televisada que al menos 32 sospechosos han sido arrestados en lo que va de verano.
Por su parte, el primer ministro, Costas Caramanlis, declaró ayer que la lucha sin cuartel contra el fuego continúa y que «la prioridad inmediata son las víctimas y el apoyo psicológico para aquéllos que han perdido todos sus bienes».
«El Estado hará todo lo que pueda para encontrar a los responsables y castigarles», añadió.
El país heleno afronta actualmente decenas de incendios en desarrollo en el Peloponeso, en la isla de Cefalonia en el mar Jónico, en la región de Ioanina en el noroeste, en las de Eteolokarnania (oeste) y Ftiotida y la isla de Eubea en Grecia Central, según informaron los bomberos.
Más de 800 bomberos griegos, ayudados por decenas de bomberos venidos del extranjero con 20 aviones y 19 helicópteros, luchan en el Peloponeso y Eubea, así como en Fiotida, en el centro del país, donde nuevos focos se declararon el domingo.
En los frentes de incendios en el Peloponeso se integraron bomberos chipriotas y franceses. Desde anoche operan también dos aviones Canadair españoles como parte de la extensa contribución de efectivos contraincendios de la Unión Europea.
Las llamas llegaron ayer a la zona en la que se ubica la Antigua Olimpia, en el sur de Grecia, y quemaron árboles y arbustos a unos pocos metros de las paredes del museo que recuerda a los primeros atletas occidentales.