El número de muertos en el accidente de ayer en el metro de Valencia se situaba anoche en las 41 personas, según el último balance de la Generalitat sobre el siniestro, cuya causa más probable es el exceso de velocidad del convoy. Así lo explicó el subdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Luis Felipe Martínez, quien señaló que las averiguaciones sitúan la velocidad y la rotura de una de las ruedas del convoy como la razón del siniestro, cuyo carácter fortuito también ha sido confirmado por la Generalitat, de quien depende el metropolitano. Anoche continuaban las labores de rescate de los cadáveres, que eran trasladados al Instituto de Medicina Legal, donde se congregaron familiares de las víctimas e incluso personas que aún no tenían la confirmación de que sus parientes hubieran fallecido.
El portavoz del Gobierno autonómico, Vicente Rambla, informó de que varios de los fallecidos seguían en el interior del convoy, por lo que puede aumentar la cifra de muertos. En cuanto a los heridos, un total de 39 personas, dos de ellas en estado crítico, fueron atendidas en diferentes hospitales de Valencia a consecuencia del descarrilamiento. El conseller de Sanidad de la Generalitat, Rafael Blasco, que acudió al Hospital General para interesarse por los afectados, señaló que, además de las dos personas en estado crítico, cinco de los heridos se encuentran en situación grave, otros cinco en estado moderado y veintisiete leves.
La Generalitat valenciana ha puesto en marcha un dispositivo sanitario para atender a los heridos y prestar apoyo psicológico a las víctimas, que incluye más de treinta ambulancias y la instalación de un hospital de campaña junto a la boca de metro de la estación de Jesús. El convoy, formado por dos unidades, descarriló cuando circulaba alrededor de las 13.00 horas por la línea 1 del metro de Valencia entre las estaciones de Jesús y Plaza de España, ocupado por unas 150 personas. El maquinista del convoy resultó herido y fue trasladado a un centro hospitalario. El papa Benedicto XVI, que tiene previsto visitar Valencia dentro de seis días, se mantiene informado del accidente y, según el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, se retiró a su capilla a rezar por las víctimas. El rey Juan Carlos, que asistirá mañana junto a la reina a las exequias, se mantuvo en contacto con las autoridades de la Generalitat y pidió al presidente valenciano que le mantuviera informado de las investigaciones. También el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de viaje oficial en la India, suspendió su viaje, tras ser informado del accidente y del elevado número de víctimas, a cuyos familiares expresó sus condolencias, y regresará a España para asistir al funeral .