La campaña contra el tráfico y el consumo de drogas en los alrededores de los centros escolares ha dado pie a 31 actuaciones en Balears, todas vinculadas con el hachís y la marihuana, excepto una con la cocaína. El delegado del Gobierno se reunió ayer con representantes de los padres y madres de alumnos de colegios e institutos de Balears. La presidenta de la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, Catalina Esteve, defendió que a los jóvenes que por primera vez sean sorprendidos con droga se les aplique como pena la realización de trabajo social. Esteve alegó que las multas que se suelen imponer son «un castigo para los padres», cuando lo que «interesa» es que los jóvenes «se hagan cargo» de las implicaciones que tiene «el mundo de la droga».
El delegado del Gobierno se mostró favorable a esta sugerencia, que explicó que trasladará a la comisión que trimestralmente evaluará el desarrollo de este plan especial contra el consumo y el menudeo de drogas en los alrededores de los centros, que prevé también la realización de controles en los lugares de ocio. Socías calificó de «muy provechosa» la reunión, a la que acudieron además de la responsable de la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, el presidente de la Federación de Padres y Madres de Alumnos, Fernando Martín, y el vicepresidente de la Federación de Apas de las Islas Baleares, Arnau Seguí.