Un vecino de Manacor de 63 años de edad reconoció ayer ante el tribunal de la Audiencia Provincial haber violado en reiteradas ocasiones a su hija y a una amiga de ésta. El fiscal pide casi 60 años de cárcel para este hombre por varios delitos de violación y abusos sexuales. Además, ha solicitado que sea desterrado de Manacor durante un periodo mínimo de cinco años.
El acusado negó inicialmente todos los hechos, alegando que había perdido la memoria en los últimos años. Tras una pausa solicitada por el presidente del tribunal, el hombre cambió de estrategia a instancias de su abogado, quien le aconsejó que confesara todos los hechos. De este modo, y al reanudar la vista, contestó con un lacónico «sí» a todas las preguntas que le iba realizando el fiscal. El hombre reconoció haber violado entre junio y octubre de 2002 a su propia hija adolescente, con una minusvalía del 10 por ciento, en al menos tres ocasiones. Igualmente, confesó haber agredido sexualmente a una joven, amiga de su hija, cuando acudía a su casa para comer. A esta menor la obligaba a ver películas pornográficas y la intimidaba y amenazaba para que aceptase sus proposiciones.
Al margen de los delitos sexuales, el acusado reconoció haber sometido a sus dos hijos a un régimen de vida «discriminatorio y sin estímulos de ningún tipo», en el cual apenas les daba ropa para vestirse, no les prestaba atenciones y les abandonaba en casa durante gran parte del día, dejándoles como alimentos un poco de agua, pan y cacao.
Los peritos que exploraron a las dos jóvenes confirmaron que ambas tenían lesiones genitales que podrían haber sido producto de una violación. En ambos casos, las menores presentaban «desajustes psicológicos», e incluso habían pensado que eran las culpables de los abusos durante bastante tiempo.