El cadáver localizado la tarde del pasado domingo en un agujero, en Cala Estància, ha sido identificado por la familia como el de Miquel Pujadas Mayol, de 77 años de edad, que estaba desaparecido desde el pasado diez de octubre. El hombre, vecino de Inca, estaba ingresado en una clínica geriátrica de Can Pastilla y padecía demencia senil. La tarde del citado día desapareció y durante más de tres semanas sus familiares y amigos le estuvieron buscando sin resultados positivos.
También, a raiz de la denuncia, efectivos policiales y el helicóptero de la Guardia Civil rastrearon amplias zonas sin encontrar ninguna pista de Miquel Pujadas. Su cadáver, en avanzado estado de descomposición, fue hallado la tarde del pasado domingo por un joven, que avisó al Cuerpo Nacional de Policía. La familia lo ha identificado por el reloj de pulsera, y porque en sus prendas de vestir llevaba grabadas sus iniciales.
De las investigaciones efectuadas hasta el momento se desprende que el hombre, que debía andar perdido, resbaló y cayó a un agujero al lado de una piscina sin utilizar. Ello se desprende del hecho que se han encontrado pisadas de las zapatillas que calzaba, y después una marca inequívoca de que el hombre resbaló y cayó al agujero de 70 centímetros de diámetro y cuatro metros de profundidad. Parece ser que la muerte fue instantánea. El funeral se celebrará hoy, a las siete y media de la tarde, en la parroquia de Santa María la Mayor, en Inca.