Un turista belga de más de 170 kilos de peso falleció ayer por la mañana en un hotel de las Maravillas. La policía se desplazó al lugar para investigar su muerte. El hombre falleció por causas naturales y el cuerpo no presentaba signos de violencia, indicaron fuentes judiciales.
El problema vino después, a la hora de trasladar el cuerpo, ya que hizo falta la ayuda de varias personas para llevarlo del hotel al vehículo de la funeraria. El cadáver, al que se le practicará la autopsia en las próximas horas, no cabía tampoco en las cámaras del Instituto Anatómico Forense, y tuvieron que dejarlo en el almacén de flores, ya que la cámara grande del instituto no funcionaba.