El Tribunal Supremo ha decidido anular una sentencia de un juzgado de Palma que condenaba a seis años de prisión y al pago de una indemnización de 12.000 euros al ciudadano alemán Christian F. por un delito de violación.
Según reflejaba la sentencia, los hechos se remontan al 8 de agosto de 2002, cuando el inculpado entabló conversación con la víctima, una compatriota residente en una localidad vecina a la suya. Ambos fueron a bailar a un pub y al rato salieron juntos. Cuando ya llegaban al hotel de Christian F., éste invitó a la joven a su habitación, que compartía con otros dos amigos alemanes. Ella aceptó con la única intención de «seguir conversando y oír música». Ya en el cuarto, el inculpado comenzó a besar a la joven sin que ésta opusiera resistencia. Acto seguido, y pese a la negativa de la joven, prosiguió en su avance, le arrancó la ropa y la violó.
Siempre según la sentencia, tras la violación la mujer se fue hasta su hotel y le contó lo sucedido a una amiga, quien la animó a denunciar los hechos. Ambas se despalazaron al hotel del agresor y avisaron al vigilante de seguridad, que alertó al 091. Varios agentes llamaron a la puerta de la habitación sin obtener respuesta. Cuando intentaron abrir la puerta con una llave maestra, comprobaron que el acusado había atrancado la puerta introduciendo la llave en la cerradura. Mientras la policía solicitaba una autorización judicial para echar la puerta abajo, el joven y sus compañeros de habitación saltaron de su terraza, en el quinto piso, a una habitación contigua ocupada también por alemanes. Gracias a un testigo que se encontraba en la planta baja, el joven pudo ser localizado y detenido.