Más de un centenar de familiares y autoridades egipcias y francesas recordaron ayer a las víctimas de la tragedia aérea ocurrida el pasado sábado en el Mar Rojo, mientras prosiguen los intentos para recuperar las dos cajas negras del avión siniestrado y determinar responsabilidades.
Los participantes depositaron ramos de flores en un monumento construido en el lugar de la tragedia en memoria de las 148 víctimas del Boeing 737 de la compañía egipcia Flash Airlines, que cayó al mar minutos después de su despegue el pasado sábado del balneario de Sharm el Sheij, en el Sinaí.
Otra ceremonia fue celebrada en el mar en la zona donde se precipitó el avión con sus 148 ocupantes, y en la que familiares y amigos de las víctimas, acompañados por psicólogos, médicos y religiosos, arrojaron ramos de flores.
Entre las víctimas había 133 turistas franceses que regresaban a su país tras celebrar el Año Nuevo en Sharm el Sheij. Fallecieron también los trece tripulantes del aparato, además de una ciudadana marroquí y un japonés.
A las ceremonias acudieron la primera dama de Egipto, Suzane Mubarak, y sus dos hijos, Ala y Gamal, así como los ministros de Exteriores, Turismo, Aviación e Información, mientras que Francia fue representada por su titular de Exteriores, Dominique de Villepin. Tras expresar unas palabras de consuelo a los familiares, el canciller francés reiteró que su país no ahorrará ningún esfuerzo para esclarecer las causas de la catástrofe y determinar responsabilidades.