Dos empleados del Ayuntamiento de Calvià, en concreto el conductor de una grúa y el capataz de una brigada de mantenimiento, serán juzgados a finales de este mes acusados de una falta de imprudencia con resultado de muerte. Se trata del accidente ocurrido durante las tormentas ocurridas en Mallorca en el mes de noviembre del año 2001, que le costó la vida a un trabajador del Ayuntamiento de Calvià, que murió aplastado por un árbol que había sido arrasado por el temporal. Se trataba de Vicente Chinchilla Hernández, trabajador municipal, que estaba casado y que al morir tenía una única hija, de sólo dos años de edad.
Este juicio se celebra tras la denuncia que presentó la familia del trabajador fallecido, al entender que, pese a que se había tratado de un accidente, existía una responsabilidad de los responsables de la brigada por imprudencia temeraria. El caso fue investigado por el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Palma, que el caso lo archivó como delito, pero decidió que sí podía constituir una falta. La responsabilidad la redujo al conductor de la grúa que estaba izando el árbol que cayó sobre la víctima y el capataz del brigada municipal. El accidente se produjo al ceder una de las fijaciones de la correa que utilizaba la grúa para levantar un tronco de grandes dimensiones, que había caído sobre la calzada de la calle Rei Sancho, en la zona de Santa Ponça.