J.F.MESTRE/MICHELS
Murió por un golpe en la cabeza. Ésta es la conclusión de la
autopsia practicada ayer al cadáver de Francisco Orellana García,
el cabo de la Guardia Civil que apareció muerto el domingo en su
apartamento de Palmanova. El juez Juan Ignacio Lope Sola, del
Juzgado de Instrucción número 2 de Palma, decretó ayer el secreto
del caso para no entorpecer la investigación que está realizando el
equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil. Durante toda la
mañana de ayer el forense adscrito a este juzgado realizó la
autopsia al cadáver de la víctima. El examen forense ha confirmado
que la causa definitiva de la muerte fue un traumatismo craneal,
producido por un objeto contundente.
Sin embargo, el cadáver presenta otras lesiones. Se trata de cortes, todos ellos en la cara, producidos por un cuchillo afilado. Según pudo saber este periódico, el cuerpo tenía cortes en una de las orejas y debajo de ambos pómulos. En el resto del cuerpo no presenta lesiones. El estudio forense ha descartado que la lesión craneal fuera producida por un disparo de bala, como se apuntó en un principio. El forense también ha establecido la hora aproximada de la muerte que, según algunas fuentes, se fija en unas 30 horas antes de descubrirse el cadáver. Es decir, el cabo de la Guardia Civil, que estaba destinado en el cuartel de Andratx, pudo ser asesinado en la noche del viernes, horas después de salir de servicio.
La investigación para resolver este caso se prevé muy complicada. Hasta estos momentos la Guardia Civil no ha podido determinar el móvil que rodea este crimen. No se descarta ninguna hipótesis (salvo el robo), y de hecho se está investigando tanto el vínculo familiar de la víctima como sus amistades. Las personas que conocían a Francisco Orellana mantienen que era una persona muy reservada, y apenas hablaba de su vida privada. Sin embargo, todos sus compañeros sabían que se había separado de su mujer, que es extranjera, y era padre de dos niños. Ayer tampoco pudo ser localizado el arma del crimen. Se sabe, y así lo ha confirmado la autopsia, que se trata de un objeto contundente. Ayer se estuvo buscando esta arma por los cubos de basura, y no se descarta que se busque por el vertedero.
Investigan las llamadas que recibió
Una de las gestiones que está efectuando la Guardia Civil es
investigar las llamadas que realizó el cabo asesinado antes de su
muerte a través de su teléfono móvil. También se comprueban las
llamadas que recibió, por si se consigue alguna pista que
esclarezca este crimen. El apartamento donde apareció el cadáver
tenía signos de lucha, lo que indica que el agente intentó
defenderse. La Guardia Civil está analizando las huellas que se
recogieron en el lugar del crimen, por si alguna de ellas pudiera
corresponder a la del asesino.