José Ruiz y Francisca González, los padres de los dos niños estrangulados en Santomera el pasado fin de semana, no se dirigieron la palabra en su primer encuentro ante el juez que lleva el caso, desde la detención de la madre el pasado domingo. Así lo afirmó Cándido Herrero, abogado de Francisca, tras asistir ella ayer al juzgado para conocer las imputaciones que se le hacen y comenzar de esta forma los trámites del jurado, mientras José acudía en calidad de testigo y sin abogado.
El titular del juzgado número 5 de instrucción de Murcia, Edmundo Tomás García, llamó a Francisca para que estuviera presente en este acto, en el que coincidieron ambos esposos, que no se dirigieron la palabra, y una vez informada de sus imputaciones, la presunta autora de los hechos abandonó la sede judicial, cabizbaja y con las manos entrelazadas, escoltada por seis policías nacionales. Su letrado, Cándido Herrero, explicó, tras celebrarse la vista, que la presencia del presunto autor ante el juez es un requisito contemplado en la Ley del Jurado para continuar con los trámites subsiguientes. El abogado, que señaló que Francisca «se encuentra como cualquier persona que está en la cárcel», precisó que no se realizó careo alguno entre el matrimonio.