El temporal sigue activo y el Govern decidió ayer por la tarde, de acuerdo con el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), mantener el nivel de alerta 2 y la suspensión de la actividad docente en todos los colegios e institutos de las Illes Balears, así como en la Universitat, como «medidas de precaución». Sin embargo, los centros sobre los que no pese una orden municipal de cierre hasta el lunes estarán abiertos para los alumnos aunque la jornada no sea lectiva. La suspensión de las clases provocó ayer numerosas escenas de desconcierto, pues algunos colegios optaron por cerrar o remitían al alumnado a sus domicilios.
Aunque la tempestad tiende a perder virulencia, para la jornada de hoy están previstas precipitaciones de hasta 60 litros/m2 vientos que pueden llegar a los 100 Km/h en puntos de la Serra.
La jornada de ayer se caracterizó por las intensas lluvias caídas en determinadas zonas de la Serra de Tramuntana (más de 200 litros en Lluc y 190 en Sóller) que sumadas a las precipitaciones de los días anteriores provocaron el desbordamiento de s'Albufera y de los torrentes Major y des Jaiot de Sóller, provocando los consiguientes cortes de carreteras e inundaciones en huertos y viviendas. En la zona de Can Rojo, cerca del Port de Sóller, el agua llegó a alcanzar los 80 centímetros de altura en el interior de alguna vivienda.
La nota más trágica de la jornada se produjo en es Mal Pas (Alcúdia), donde un operario que trabajaba para Gesa en tareas de reposición del tendido eléctrico recibió una descarga que acabó con su vida. Mientras, otras 550 personas proseguían con la reparación las líneas en numerosas zonas rurales de la Isla.