Las investigaciones por el asesinato de Andrés Moyá se han reactivado a raíz de conocerse los últimos datos aportados por la autopsia (publicados en estas páginas), que confirman oficialmente la existencia de una o varias manos criminales en los hechos, ocurridos a principio del pasado mes de junio en Manacor.
El fallecido, Andrés Moyá, tenía un amigo colombiano, de nombre Àlex, del que ya se informó en este periódico que abandonó la Isla pocos días después de haberse localizado el cadáver en sa Rotana. Parece ser que antes de su marcha la policía de Manacor le tomó declaración y el hombre dijo que se desplazaba a Sevilla. A principios de esta semana dos componentes del Grupo de Policía Judicial de Manacor, de acuerdo con la juez que incoa el sumario del caso, se desplazaron a la capital andaluza, con el objetivo de tomar una nueva declaración al tal Àlex.
Parece ser que en sus primeras manifestaciones el hombre entró en una serie de contradicciones. El hombre residía en la misma vivienda que el fallecido, además del padrastro del primero, su madre y una hermana, éstos tres últimos también de nacionalidad colombiana y todos ellos se marcharon también de la Isla tras descubrirse el cadáver.
El resultado de las nuevas declaraciones de Àlex no ha trascendido de manera oficial, pero parece ser que no han aportado datos relevantes sobre los hechos que se investigan. Cuando fue asesinado con varias dosis de cocaína inyectada, Andrés Moyá acababa de regresar de Colombia con un alijo de cocaína en sus intestinos. Con los primeros datos de la autopsia se confirmó este extremo al descubrirse que tenía los intestinos dilatados. También se hizo un seguimiento de las ciudades donde había estado la víctima, en Colombia, concretándose su estancia en dos en concreto.
Precisamente en la edición del pasado domingo los familiares de la víctima aportaron sus opiniones sobre el caso en una entrevista. Dichas personas manifestaron que creen que cuatro personas de nacionalidad colombiana están directamente implicadas en la muerte de Andrés Moyá. Entre otros datos dijeron que al hombre lo mataron en su cama, cuando estaba desnudo, y que después le colocaron unas prendas de vestir de manera precipitada.