Si usted ha visto al hombre que aparece en la fotografía, no dude en llamar a cualquier cuartel de Policía o Guardia Civil. Desde hace doce días se está llevando a cabo una búsqueda desesperada por parte de familiares y amigos.
Javier Àvila desapareció el miércoles de la semana pasada, a las ocho de la tarde. Llevaba su documentación personal y algo de dinero. Salió de su lugar de trabajo en Palma, se montó en su motocicleta marca Suzuki, y sus amigos no le han visto más. En teoría tenía que hablar por teléfono con una amiga y pernoctar en su casa.
Dos días después sus padres y hermana vinieron a la Isla desde Madrid. Se ha buscado en todo el trayecto de Palma a Santa Ponça, donde reside, por si hubiera tenido un accidente y hubiera quedado inconsciente. A través de distintas empresas de reparto se han ido colocando carteles con su foto en puntos estratégicos. Pero hasta ayer el misterio continuaba. Su madre, Maite, cuenta que lo único que han sabido es que una mujer cree haberlo visto. Habría ocurrido la mañana del jueves de la semana pasada en una sala de consulta de traumatología, en Son Dureta. La señora dice que un hombre, igual al de la foto y con una cazadora que llevaba unas letras inscritas, estaba en la consulta y dijo algo parecido a que había derrapado y no sabía qué había ocurrido. Los amigos confirman que la cazadora puede ser la que él utilizaba y se ha tratado de profundizar en esta pista, pero sin resultados positivos. A partir de ahí se especula con que sufriera un accidente, perdiera el conocimiento y al recobrarlo no recordara aspectos personales. Por eso es que sus amigos y familiares intensifican la búsqueda y, sobre todo, piden la colaboración ciudadana.