La Audiencia de Palma ha exculpado a un médico, especialista en ginecología, a quien una paciente suya le acusó de ser el causante de la muerte de su feto. La mujer, que llevaba más de 20 años acudiendo al consultorio de este médico, solicitaba una indemnización de 30 millones de pesetas, que se ha rechazado. La sentencia explica que esta mujer acudió a la consulta del ginecológico el 20 de mayo de 1997. Padecía síntomas de tensión premenstrual. Le explicó al médico que su última regla había sido el 9 de mayo, por lo que el especialista le prescribió unos análisis. El día 10 de julio la mujer acudió de nuevo a la consulta, sin los análisis, con síntomas de malestar, vientre hinchado y dolores.
El médico le insistió en que se hiciera los análisis y además le prescribió un tratamiento de hormonas. Ese mes volvió hasta tres veces al consultorio y los análisis que entregó eran normales. Sin embargo, el 13 de agosto se le practicó un test de embarazo, que fue positivo. En las dos ecografías siguientes se diagnosticó un aborto retenido. Por ello, la mujer perdió el bebé que esperaba y se le tuvo que practicar a la paciente dos raspados para eliminar los restos abortivos. La mujer, a raíz de este aborto, padece una depresión reactiva. La paciente acusaba al médico de un retraso en el diagnóstico lo que, según ella, había sido el causante de la muerte del feto. También consideraba que la medicación hormonal que le había facilitado le había causado graves daños al feto.
El tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia de Palma analiza todas las cuestiones que rodea el caso, y entiende que la actuación del ginecólogo en ningún caso fue negligente, y por tanto no se le puede condenar por la muerte del feto. Sobre el retraso en el diagnóstico, la sentencia recuerda que esta mujer había acudido en numerosas ocasiones a la consulta del médico con síndrome premenstrual y tensión mamaria. Esta dolencia motivó que el especialista no considerara que el embarazo pudiera ser la principal causa de estas molestias, por lo que se preocupó más por buscar otras posibilidades para ir descartando diagnósticos.
Con respecto al tratamiento hormonal el tribunal, tras analizar el informe que emitió tanto el médico forense como otro especialista en ginecología, entiende que la medicación no tuvo incidencia en la muerte del feto. De hecho, los especialistas han señalado que este tipo de medicación se suele usar en ocasiones como protector del embarazo. Los médicos indican que la causa de la muerte fetal es desconocida en la mayoría de abortos.