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Cada día ardió un contenedor de manera intencionada en Palma durante el año pasado

La Memòria del Cos de Bombers refleja que el pasado año se efectuaron 4.470 servicios

Quince nuevos bomberos juraron ayer su cargo en presencia del alcalde de Palma. Foto: J.F.M.

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Los Bombers de Palma realizaron el pasado año un total de 4.470 servicios, lo que supone un incremento del 2.5% con respecto al año anterior, según se establece en la memoria de 2000. Así, el estudio estadístico refleja que los bomberos actuaron en 2.051 auxilios y rescate, mientras que también se intervino en 1.477 incendios (dos menos que el año anterior). De este número de fuegos declarados, 371 de ellos fueron en contenedores de basura, lo que supone más de un fuego por día.

El teniente de alcalde del área de Governació del Ajuntament de Palma, José Manuel Sierra, destacó que casi siempre estos incendios en contenedores son obras de gamberros «que quieren perturbar la tranquilidad de los ciudadanos». Además, los efectivos de los bomberos de Palma también actuaron en otros incendios en vehículos aparcados en la vía pública (208), solares y árboles (145), viviendas (95), inmuebles abandonados o en construcción (67), locales públicos y hoteles (48), cocinas y chimeneas (45), instalaciones eléctricas (31), zonas forestales (27), pajares y casetas rurales (16), e industrias y almacenes (12). Pero los bomberos no sólo han actuado en Palma, sino que lo han hecho en 82 ocasiones en otras localidades de la Isla.

Así se les ha requerido 35 veces en Marratxí, 19 en Llucmajor, 13 en Calvià, 4 en Esporles, 3 en Valldemossa, 2 en Puigpunyent, Santa Maria y Sóller; y una en Bunyola y Algaida. Con respecto a estos desplazamientos a otras localidades, Sierra señaló que a fecha de hoy todavía no se había firmado el convenio de colaboración con el Consell Insular «por problemas técnicos». El teniente de alcalde señaló que la falta de acuerdo no impidirá que los bomberos de Palma acusan a otras localidades cuanto sea necesario, si bien consideró que no es lógico que los ciudadanos de la ciudad financien los trabajos que se realizan en otros municipios. Por ello, Sierra consideró que los más lógico es que la «ciudad de Palma reciba una contraprestación por estos servicios».

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