«La mayoría de los accidentes se producen por un exceso de confianza, nunca piensas que te puede pasar a ti y acabas cometiendo errores». Joan Llabrés es edil en el Ajuntament de sa Pobla pero su verdadero trabajo está en los campos de cultivo donde ejerce como payés desde hace más de veinte años.
«Yo no he tenido accidentes graves, pero sí algún susto. Me pilló la correa de una máquina y me arrancó toda la piel de un dedo». Como payés y como político, Llabrés es consciente de que contra los accidentes por aplastamiento sólo caben dos posibles soluciones, tener precaución e intentar concienciar a todos para que tomen las medidas precisas para reducir riesgos.
Existen en el mercado diversos sistemas de seguridad para evitar el aplastamiento en caso de vuelco que, según explica Llabrés, «casi siempre es mortal». Desde hace años es obligatorio que los tractores de nueva fabricación cuenten con una barra antivuelco pero todavía existen en sa Pobla muchos tractores relativamente antiguos que no tienen la obligación de cumplir esta norma.