La Gendarmería francesa y la Guardia Civil de Palma están investigando el posible secuestro de una ciudadana gala residente en Palmanova. Catherine Ghislaine Nadine, de 35 años, trabajaba en un restaurante de comida rápida y el pasado 10 de agosto tomó un taxi hacia el aeropuerto para embarcar en dirección a París. Desde entonces su compañero no tiene noticias de ella y las autoridades de su país han confirmado que Catherine nunca llegó a tomar ese vuelo.
El 23 de agosto su novio, Antonio Porcu, un italiano de 38 años, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Palmanova y aseguró que estaba desesperado porque llevaba dos semanas sin noticias de la cocinera francesa. La investigación pasó al Grupo de Información de la Comandancia palmesana y ayer la denuncia por la desaparición de Catherine se amplió al Cuerpo Nacional de Policía y a la Policía Local. Los investigadores han averiguado que Catherine compró un billete para viajar el 10 de agosto a París. Tenía una amiga enferma del corazón y quería estar con ella. Un taxi la recogió por la tarde en su casa de Palmanova y para no despertar a Antonio, que dormía porque había trabajado toda la noche, le dejó una nota. La misiva decía textualmente: «Tonino, no he querido despertarte. Llego a París por la noche. Te telefonearé mañana por la mañana. Muchos besos, regreso el sábado o el domingo. Adiós a Carmen, buena suerte».
La mujer llevaba encima unas 200.000 pesetas y el equipaje para pasar tres o cuatro días fuera de casa. Su vuelo IB 1729 Palma-Barcelona salía a las 17'55 horas y luego debía enlazar con otro, el IB-4428 Barcelona-París, con salida el mismo día a las 20'40 horas. Lo que ocurrió de Palmanova a Son Sant Joan es de momento un misterio, pero la trabajadora francesa no llegó a embarcar en ese avión. Al día siguiente, 11 de agosto, la amiga francesa llamó por teléfono a Antonio y le comunicó, muy extrañada, que no sabía nada de Catherine. Ella, antes de partir, habló con ella y le comentó, muy animada, que se verían en París «muy pronto».