Paquita vivió ayer una pesadilla de media hora que a buen seguro no olvidará. La dependienta de una oficina de cambio de Cala Rajada fue secuestrada a punta de pistola por parte de un peligroso delincuente que acababa de atracar el negocio. El individuo huyó con la rehén en el coche de esta última y la dejó en Manacor, víctima de una ataque de nervios. La Guardia Civil, al cierre de esta edición, estaba a punto de detenerlo.
La oficina de cambio está situada en el número 116 de la Avenida de Cala Agulla, una zona comercial muy transitada de Cala Rajada. Minutos después del mediodía un individuo encapuchado, de unos 30 años, irrumpió en el local blandiendo una pistola. Paquita, la dependienta, se encontraba sola y quedó vivamente impactada al encontrarse con el atracador. Luego, obligada por las amenazas del desconocido, le entregó unas 650.000 pesetas. A partir de ese momento no está muy claro lo que pasó por la cabeza del delincuente, pero obligó a la chica, de unos 24 años, a salir con él a la calle. La encañonó durante el trayecto y la instó a abrir la puerta de su coche, un Peugeot 205 de color gris oscuro con matrícula PM-0349-BM.
El motivo de tomar un rehén podría interpretarse de distintas maneras: por una parte trató de asegurarse la huida; es decir, conseguir salir del aquel núcleo turístico en coche y, por otra, tenía en su poder un 'comodín' para escapar del cerco policial que se avecinaba. Sea como fuere, una comerciante vecina de la oficina de cambio presenció la huida del atracador y la joven y se puso en contacto con el centro de emergencias del 112, que a su vez transmitió la información a la Guardia Civil.