Una tremenda explosión, seguida de un incendio, destruyó en la madrugada de ayer una planta baja de Cala Rajada, en el término de Capdepera. La vivienda, en aquellos momentos, estaba deshabitada, lo que evitó que se registraran heridos. La zona quedó acordonada y un portavoz de la Benemérita informó de que los daños, que también han afectado a la estructura, son millonarios.
De acuerdo con los datos facilitados por la 313 Comandancia de Palma, la deflagración aconteció, aproximadamente, a las tres de la madrugada, cuando los vecinos de la calle Churruca esquina con Tritón escucharon un estrépito y al asomarse a la calle vieron la planta baja del número 3 envuelta en llamas.
Los bomberos del parque de Artà y la Policía Local de Capdepera, así como la Guardia Civil, acudieron con prontitud a aquel núcleo turístico, e iniciaron las tareas de extinción del fuego, que ya estaba muy extendido por toda la vivienda. Un funcionario benemérito refirió que cuando las primeras dotaciones llegaron a la calle Churruca se encontraron tejas del chalet esparcidas a lo largo de la vía, lo que da una muestra de la virulencia de la detonación.
El propietario de la vivienda, identificado como Pedro Pastor, se encontraba de vacaciones -según explicó la Policía Local-, y la casa, en aquellos momentos, estaba desocupada. «En caso contrario el desenlace podría haber sido fatal, porque la planta baja quedó destruida en pocos minutos», indicó un funcionario municipal. Las paredes del inmueble soportaron la deflagración, pero quedaron dañadas de forma irreversible, al igual que la estructura. El parque de bomberos de Artà permaneció una hora y media en la calle Churruca, hasta que el siniestro se dio definitivamente por controlado. El informe técnico elaborado sobre las causas de la explosión no ha trascendido, pero un portavoz de la Guardia Civil señaló que podría haberse debido a una acumulación de gas.