El CSI-CSIF informa en un comunicado de prensa que existe «malestar e indignación entre los funcionarios de la prisión de Palma ante el hecho del traslado a esta prisión de quince de los presos más peligrosos del resto de las prisiones de la Península». El sindicato asegura que el traslado se hará efectivo y que ocasionará «graves perjuicios tanto a los funcionarios como al resto de internos». El CSIF añade en el comunicado que el descontento en la plantilla es mayor «al ver que se incumple una de las promesas de la Dirección General, cuando todavía no estaba en funcionamiento el nuevo centro, que se comprometieron a que la prisión de Palma no asumiría presos, peligrosos o no, que no tuvieran vinculación familiar con Baleares».
Fernando Díaz, director del centro penitenciario de Palma, fue consultado ayer por este periódico sobre el comunicado del CSI-CSIF. El director confirmó que hace unos días llegó a la cárcel de Palma un preso procedente de la Península, clasificado en Primer Grado. «No tenemos constancia oficial -señala el directorde que vayan a venir quince, o catorce, o dos más. Se trata de un traslado a una prisión, la de Palma, que reune condiciones para acoger a un preso de estas características, y hay que recordar que durante muchos años los traslados se hicieron desde Palma a càrceles de la Peninsula porque el centro penitenciario de aquí no reunía las condiciones necesarias».