La Guardia Civil está pendiente del resultado de una prueba de ADN para resolver el asesinato de Yvonne O'Brien, la mujer inglesa que apareció muerta el pasado mes de agosto en su casa del Port d'Alcúdia. Se trata de una mancha de sangre que está siendo analizada por la policía alemana, y que se halló en la ropa del germano que aparece como principal sospechoso del crimen.
Esta persona, llamada Paul Josep, fue detenida el pasado mes y ahora se encuentra en prisión, no por su implicación en el asesinaot, sino por su relación con un fraude cometido en Alemania. El empresario alemán había sido novio de la mujer, pero la relación se rompió cuando él se enteró de que Yvonne le engañaba con otros hombres. En el lugar del crimen se encontraron varias cartas amenazantes que había recibido la mujer, y que aparecían firmadas por el alemán.
En estas cartas, que no eran de fechas recientes, se amenazaba de muerte. Los investigadores han comprobado que el sospechoso estuvo en Mallorca hasta el mes de agosto y que después se marchó a Brasil utilizando un nombre falso para salir de la Isla. El día 15 de octubre llegó a la ciudad alemana de Stturgart y allí fue detenido por la policía germana, ya que sobre él pesaba una orden internacional de detención.