La compañía de Seguros «Winterthur» ha denunciado a dos de sus ex agentes, que trabajaban en Palma y en Eivissa, a los que acusan de haberse apoderado de 52 millones de pesetas. Los dos sospechosos, Cándido J.R. y Juana María V.C., residentes en la localidad de Bunyola, han cerrado las oficinas que abrieron y en estos momentos se encuentran en paradero desconocido. La policía, que está investigando esta denuncia por estafa, los está buscando. Estos dos sospechosos desde hacía cuatro años mantenían una relación profesional ligada con la empresa «Winterthur». Primero trabajaron en Eivissa y abrieron una oficina en la Avenida de España. La mujer era la titular de la empresa, pero su compañero actuaba como avalista. Los denunciados, a finales de 1997, se trasladaron a Palma. Abrieron una oficina en la calle Miguel Marqués número 22, gestionando a través de la sociedad «Balear de Seguros».
La compañía denunciante asegura que sus ex agentes ofrecían falsas pólizas de jubilación. La compañía ofrece un sistema de rentabilidad de medio o largo plazo. El tomador entrega cantidades periódicas para obtener un interés por su inversión, que recibe, habitualmente, cuando se jubila. El rescate anticipado de este dinero supone una penalización.
Los dos agentes de la calle Miquel Marqués engañaban a sus clientes, entregándoles documentos que eran copias de pólizas anuladas. El ordenador de la oficina conectaba con la red de «Winterthur», lo que les permitía emitir ejemplares de pólizas. Se sospecha que manipulaban el programa y de esta forma, primero cursaban solicitudes de pólizas y contratos del plan de jubilación, y después lo anulaban. Sin embargo el cliente recibía el documento imprimido de la póliza que no se tramitaba en la compañía. Para captar clientes los dos denunciados ofrecían intereses de hasta el 15 por ciento, que es muy superior al que se mueve en el mercado.