Un vecino de Palma ingirió una gran cantidad de barbitúricos para evitar que la Policía Local lo detuviera, después de que su ex compañera sentimental lo denunciara por amenazas de muerte.
El pasado día 9 la mujer fue atendida por un psicólogo adscrito al programa de Ayuda a las Víctimas del Delito. La señora refirió que no era la primera vez que tenía problemas con su ex novio, con el que tiene en común una hija de siete meses. Los funcionarios, al día siguiente, buscaron al sospechoso, de 40 años, y lo encontraron a las once de la mañana en el Hospital General. Había ingresado de urgencia tras intoxicarse con pastillas, ya que sabía que iba a ser arrestado.
El individuo fue llevado hasta el hospital Psiquiátrico, donde los médicos lo examinaron y anunciaron a los policías que no tenían camas disponibles, por lo que aconsejaron su traslado al Àrea de Psiquiatría de Son Dureta. Allí la psiquiatra de guardia no encontró motivos suficientes para ingresarlo en el centro, por lo que le dio el alta médica. Fue entonces cuando los funcionarios del cuartel de San Fernando procedieron a su detención formal.