El empresario y humorista José Luis Moreno, arrendatario del Teatro Calderón de Madrid, en el que la noche del viernes se derrumbó una cornisa que mató a una joven, ha eludido cualquier responsabilidad y ha explicado que en numerosas ocasiones intentó hacer obras en el edificio y el propietario se negó.
La policía investiga el suceso que causó la muerte a la joven María del Carmen Alonso, de 18 años, y heridas a otras tres, que ya han sido dadas de alta, cuando circulaban en un vehículo en la esquina de las calles Atocha y Doctor Cortezo.
Según señaló ayer una portavoz de Moreno, el humorista alquila desde 1994 la sala del teatro, por lo que no tiene ninguna responsabilidad sobre el estado de la fachada, a pesar de lo cual había intentado arreglarla, pero los propietarios «se limitaron a pintarla hace un año». La misma fuente opinó que a éstos «les va a caer un buen marrón» por lo sucedido. El accidente se produjo a las 22:50 horas del viernes mientras se llevaba a cabo la representación, y aunque los espectadores oyeron un ruido, no se enteraron del suceso hasta el final de la obra.
Aunque oficialmente se desconocen las causas del suceso, al parecer las lluvias caídas produjeron un reblandecimiento de la cornisa, que provocó el desprendimiento de un cascote de unos 70 kilos de peso que cayó desde 40 metros de altura.