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Ejemplos de liderazgo en la lucha contra el cambio climático

El coloquio sobre el futuro medioambiental llenó este martes la Sala Aljub de Es Baluard Museu

Aquí puede ver la conferencia completa 'Líderes climáticos. Un diálogo por el futuro medioambiental', del Club Ultima Hora Valores. | Youtube Ultima Hora

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Lleno, este martes, en la Sala Aljub de Es Baluard Museu para presenciar el coloquio Líderes climáticos: un diálogo por el futuro medioambiental, organizado por el Club Ultima Hora-Valores y que reunió a tres representantes españoles en la lista de la revista Time de los líderes más influyentes en la lucha contra el cambio climático: María Mendiluce, CEO de We Mean Business Coalition; Miguel Agustín Torres, presidente de la bodega Familia Torres; y Gloria Fluxà, vicepresidenta y directora general de Sostenibilidad del Grupo Iberostar.

El acto se inició con la bienvenida y la salutación de la presidenta del Grup Serra, Carmen Serra, quien dio paso al presentador y moderador del coloquio, el periodista ambiental y director de Efeverde Arturo Larena, quien dio las gracias y la enhorabuena al Grup Serra por la iniciativa, al considerar «fundamental que los medios de comunicación aborden la problemática medioambiental».

Carmen Serra.

Larena inició su presentación apuntando que en la lucha contra el cambio climático «vamos mal y con retraso, y estamos pasando del calentamiento a la ebullición, a pesar de que hemos mejorado en cultura y conciencia ambiental. Todos somos víctimas del cambio climático y aquí tenemos a tres líderes, emprendedores, referentes, pioneros y ejemplos en la lucha contra el cambio climático desde el mundo de la empresa, el sector vitivinícola y el sector turístico».

Arturo Larena.

Miguel Agustín Torres inició el coloquio exponiendo el objetivo de su empresa de reducir sus emisiones «un 60 % en 2030 y llegar a cero emisiones netas en 2040».

Gloria Fluxà destacó la importancia de, frente a los retos de sostenibilidad de su empresa, «contar con un gran equipo, inspirador, motivador, con talento y que sepa utilizar la ciencia y los datos para comprobar si vamos por el buen camino y decidir estrategias para abordar el reto de la viabilidad del turismo responsable e inclusivo, y de la economía circular».

María Mendiluce explicó que la organización que dirige «aglutina a 17.000 empresas. Empezamos hace 10 años con grandes empresas y líderes en sus sectores como motor del cambio, pero ya hemos puesto en marcha iniciativas para las pymes, que en principio tienen un alcance menor y a veces no disponen del conocimiento y los recursos necesarios. Ya hay pymes que se han marcado el objetivo de cero emisiones para 2030 frente a competidores que aún no se han planteado nada. Y ya se está generalizando la idea de que contamos más con las empresas que con los gobiernos».

En este punto del coloquio, Arturo Larena preguntó a los tres invitados por el momento en que decidieron cambiar, por el punto de inflexión. Torres lo tuvo claro: «Cuando vi con mi esposa el documental Una verdad incómoda, de Al Gore. Quedé impactado y a partir de entonces pensé que teníamos que hacer algo».

Según Fluxà, «la sostenibilidad siempre ha formado parte de Iberostar y queremos ser neutros en emisiones en 2030. La sostenibilidad tiene que estar presente en el propósito general de la empresa y hay que implicar a los proveedores como partners y acompañantes. La calidad no está reñida con la sostenibilidad».

Mendiluce expuso tres cuestiones básicas contra el cambio climático: «Pasar de combustibles fósiles a energías limpias, la regeneración de la naturaleza y la absorción de CO2. Las energías renovables son mucho más competitivas y el 85 % de las inversiones mundiales en centrales eléctricas son en renovables».

El moderador preguntó a los ponentes por los beneficios que reporta a las empresas la apuesta por la sostenibilidad. Torres señaló lo más básico: «Para empezar, te baja la factura de la luz. En nuestro caso, la apuesta no nos ayuda a vender más botellas de vino, pero los beneficios socioambientales son indudables».

Fluxà fue muy explícita al apuntar que «nuestro riesgo número uno es el cambio climático. Por ello, la sostenibilidad es un motivo de orgullo para la empresa. La sostenibilidad minimiza el riesgo y ello es cuantificable. A la hora de plantearnos un nuevo hotel, son fundamentales los factores relacionados con la gestión sostenible y eficiente de la energía, los residuos y el agua, sin afectar a la experiencia positiva del cliente. Precisamente, el cliente del futuro va a pedir esa sostenibilidad y también lo harán los empleados y la propia legislación. Habrá quien aplique medidas para cumplir con la legislación, pero otros ya lo hacen porque creen firmemente en ello».

Mendiluce destacó «la mayor reputación que ganan las empresas que apuestan por la sostenibilidad, pero ésta también será una demanda de los consumidores y de los trabajadores. Cualquiera que haya invertido en energías renovables en los últimos diez años está ahora encantado porque son rentables, sobre todo con los conflictos geopolíticos existentes».

Como proyectos de un futuro más o menos inmediato, Torres se refirió a que «la viña absorbe CO2, pero la fermentación de la uva recogida vuelve a emitirlo. Nuestro reto es la captación de ese CO2, que, en realidad, abre muchas posibilidades».

Mendiluce indicó que «con anterioridad, teníamos problemas con las industrias cementeras, que mostraban una actitud anti-todo. En la actualidad, algunas de ellas se han decidido claramente por la reducción de emisiones y la consecuencia ha sido una producción más barata. En este sentido, ya llevan años de ventaja sobre las competidoras que no han reducido emisiones y éstas, inevitablemente, acabarán copiando a las primeras».

Fluxà comentó que un reto inmediato «es la descarbonización del suministro de alimentación, pero no se trata de aplicar medidas aisladas, sino de una combinación de factores». También se refirió a que un establecimiento de Iberostar en la Platja de Palma puede convertirse en el primer hotel con una pila de combustible de hidrógeno verde, pero, por prudencia, prefirió no dar fechas sobre la concreción de este proyecto, ya anunciado.

En cualquier caso, María Mendiluce recordó que «las energías renovables crecen, pero los combustibles fósiles también lo hacen, por lo que hay que poner fechas límite para éstos. Los planes energéticos nacionales deben comprometer a los gobiernos a poner esas fechas límite, además de incrementar considerablemente las renovables y la eficiencia. Y lo que no puede ser es que la tramitación de permisos para instalar energías renovables dure años, cuando en un país como Alemania se considera una prioridad pública».

Imagen del público que llenó la Sala Aljub de Es Baluard Museu para presenciar el coloquio.

Torres se dirigió directamente al público para subrayar que «el reciclaje del vidrio de las botellas vacías de vino gasta muchísima energía, por lo que lo deseable sería la reutilización de esas botellas. Si lo hiciéramos así, que sería volver a antiguos usos, la huella de carbono bajaría muchísimo. Y no valen algunos inventos escandinavos de envases de cartón, pues su interior está recubierto de plástico. Hay que eliminar el plástico, que ya está presente en el interior de nuestros cuerpos».

Ante las acusaciones de greenwashing, Mendiluce apeló «a los juicios de los resultados de las empresas en el cumplimiento de sus objetivos públicos. El problema es que hay millones de empresas sin objetivos. Es a éstas a las hay que criticar».

Torres destacó que «no hay que dejarse engañar por agencias que te invitan a que les pagues la plantación de un bosque en otra parte del mundo. El bosque ya lo plantaremos nosotros».

Finalmente, Fluxà comentó que «las empresas tienen que sentirse cómodas a la hora de hablar de sostenibilidad y vuelvo a mencionar la importancia de manejar los datos y la ciencia. No hay destino turístico que pueda prosperar sin la protección de la naturaleza. Precisamente, la naturaleza puede ofrecer muchas soluciones a los retos que tenemos planteados».

El apunte

Agricultura, producto local, jóvenes, agua y apoyo a las pymes

Tras el coloquio, fue el turno de las preguntas del público. Los intervinientes se interesaron por la importancia del producto local y el papel de los jóvenes. Fluxà no dudó en valorar «el producto local, pues también tiene un impacto social positivo, siempre que se base en una agricultura respetuosa con los ecosistemas». Torres recordó los problemas de agua en el Mediterráneo y recomendó a los jóvenes «usar el tren antes que el avión, eliminar el consumo de carne roja, usar el coche eléctrico y plantar árboles». Mendiluce aconsejó a la juventud «una formación que permita ser agente del cambio» y pidió a los gobiernos «un mayor apoyo a las pymes».

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