Pedro Sánchez, un cobarde

| Palma |

El informe de la UCO de la Guardia Civil desmonta por completo la estrategia del Gobierno y del PSOE mantenida durante la legislatura, derriba los escasos bastiones de credibilidad que podría tener Sánchez y su corte de voceros. La investigación policial no habla de conjeturas –aquí en Balears se han visto algunas que eran delirantes–, transcribe las conversaciones de los integrantes de una banda dedicada al cobro de comisiones ilegales a empresas adjudicatarias de obras públicas en toda España. La integran dos personajes que han sido de la máxima confianza de Pedro Sánchez, a los que nombró secretario de Organización del PSOE, Ábalos y Cerdán, y el que se evidenciado como mamporrero, Koldo García. La Guardia Civil desvela las tropelías y su jefe político se limita a pedir perdón a los ciudadanos y a otra cosa, como hizo el rey Juan Carlos cuando se rompió la cadera en Botswana cuando salió de la tienda de campaña para ir a mear: Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir. El episodio destapó el papel y la jodienda de Corina y... él acabó abdicando. Ojito con los paralelismos.

La desvergüenza de Sánchez no tiene límite, pero en esta ocasión parece complicado que pueda llegar hasta el fin de la legislatura en 2027, sólo una decisión valiente como la de someterse a una cuestión de confianza podría avalar el desafío a sus socios. Ha optado por la postura más cobarde. Atrincherarse en La Moncloa y dejar que transcurran los días, las semanas y los meses. Un presidente demócrata que no es capaz de afrontar un episodio de estas características debe dimitir y convocar elecciones. Tomen nota de cómo ha actuado Donald Tusk, presidente del Gobierno polaco.

Ya no hay más piruetas por hacer. El tiempo juega a la contra para Sánchez y el PSOE. ¿Las mordidas de Cerdán nunca financiaron al PSOE? Es cuestión de tiempo para obtener la respuesta, pero a la vista del comportamiento de los hampones se puede dar por seguro que habrá más sorpresas en los próximos meses. En el Gobierno –con varios de sus ministros– y su partido se cuentan por decenas los que tienen las manos en carne viva por haber creído en la inocencia de Cerdán, por asumir con entusiasmo las tesis del fango, los bulos y los pseudo medios sin la mínima autocrítica. Ahora todo se ha caído. La confianza ciudadana ha tocado fondo.

Manejar esta crisis es el problema más serio al que tiene que hacer frente el Partido Popular y su presidente, Núñez Feijóo. El más mínimo error dará aire suficiente a Pedro Sánchez para prolongar su agonía y el descrédito del país.

¿Y de lo de Aldama, qué?

El delincuente confeso Aldama asegura que despachó con Armengol cuando era presidenta de Balears, aunque ésta aseguró que no le conocía. Convendría que la presidenta del Congreso aclarase cuanto antes el entuerto, de lo contrario su futuro político se irá a negro.

1 comentario

user MikaeLO | Hace 26 días

¿Cobarde? Pedro Sánchez es valiente hasta decir basta, porque hay que tenerlos cuadrados para seguir en el poder. O eso o echarle una caradura al tema que da gusto.

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