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Una historia increíble

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Ahora que se acerca el congreso del PSOE y Pedro Sánchez será reelegido como secretario general por aclamación, vale la pena mirar hacia atrás para entender como hemos llegado hasta aquí.

En las elecciones de 1996, Felipe González decidió dar un paso al lado y que el candidato del PSOE fuera Javier Solana, pero Clinton quiso a Solana para secretario general de la OTAN. Felipe aceptó encabezar la lista del PSOE y perdió por 290.000 votos frente a Aznar. Giro inesperado.

En 1997 González dimitió como secretario general del PSOE y fue sustituido por Joaquín Almunia. Quiso legitimarse con unas primarias para escoger al candidato a la Presidencia del Gobierno. La operación salió mal porque se presentó Josep Borrell y le ganó. Sin embargo, Borrell renunció en 1999 por un escándalo fiscal de unos amigos suyos. Segundo giro inesperado.

Ante las elecciones de 2000 hubo que improvisar. Almunia fue el candidato del PSOE, ampliamente derrotado por el PP. Dimitió y se convocó un congreso. Se presentaron José Bono (que se creía ganador), José Luis Rodríguez Zapatero (un perfecto desconocido), Rosa Díez, y Matilde Fernández, (básicamente para obstruir las aspiraciones de Bono). Zapatero fue elegido con 414 votos (un 41 %), Bono tuvo 405 (un 40,79 %) solo 9 menos y Fernández 109 votos. Ésta impidió la elección de Bono. Tercer giro inesperado

En 2003 Aznar eligió como sucesor a Rajoy y a 4 días de las elecciones de marzo de 2004 parecía que el PP iba a ganar. No fue así. La pésima gestión de los atentados de Atocha y el empecinamiento de Aznar en atribuir a ETA la autoría, hicieron que el PP perdiera a los indecisos y Zapatero fuese presidente del Gobierno a la primera. Felipe y Aznar habían perdido dos elecciones antes de salir elegidos a la tercera. Cuarto giro inesperado.

En 2011, el PP de Rajoy arrasó con mayoría absoluta y victoria en 45 de las 52 circunscripciones electorales. Pero la aparición de Cs y de Vox, como reacción al independentismo, le llevó al progresivo declive hasta solo 66 escaños en 2019. Quinto giro inesperado.

Sánchez, ya secretario general del PSOE, tuvo que dimitir porque no quería abstenerse para que Rajoy fuese investido, pero, cual ave fénix, fue capaz de renacer. Con la moción de censura, ganó el poder y desde entonces el PSOE no ha pasado nunca de 123 diputados. Tuvo la oportunidad de formar un gobierno con Cs que les daba la mayoría absoluta, pero Rivera lo rechazó. Sexto giro inesperado.

Julio de 2023. El PP gana las elecciones, es el partido más votado, pero no tiene aliados para gobernar. Sánchez se olvida de todo lo que había defendido hasta entonces y ‘compra’ 7 votos a Junts de Puigdemont a cambio de una ley de amnistía. Séptimo giro inesperado.

O sea, la culpa de todo lo que nos pasa ahora es de Clinton. Si hubiese dejado a Solana tranquilo…

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