Vivimos «tiempos difíciles», complejos –con muchos retos a la vez- y complicados, que no tienen solución simple. Por eso desde el Cercle d'Economia de Mallorca, con la responsabilidad y la energía recién renovada por su Asamblea General, queremos reflexionar abierta y conjuntamente para colaborar con los agentes públicos y privados en encontrar soluciones que nos sitúen en condiciones de afrontar el presente con garantías de éxito y para proyectar el futuro de estas Islas con esperanza.
Los desafíos son enormes, todos somos conscientes; geopolíticos, demográficos, energéticos, climáticos, económicos o sociales –vivienda, pobreza…- y además todos ellos están interrelacionados y se potencian unos con otros. Hay problemas antiguos, otros nuevos y muchos de ellos problemas estructurales que planteamos en un documento abierto publicado el 2017 y en el que invitamos a «Repensar» conjuntamente. Allí concluimos que, así como «la calidad de los Huevos, depende de la felicidad de la gallina», la calidad de nuestros resultados en las Islas Baleares –indicadores económicos y sociales- dependen del «bienestar social» y ya hace dos legislaturas se advertían o detectaban claros signos de «estrés social»: una caída constante del PIB per cápita, un crecimiento demográfico extraordinario y un deterioro de otros indicadores sociales. Ese estrés de entonces se ha convertido hoy en preocupación desbordante de ciudadanos y políticos.
Entendíamos, y nos reafirmamos hoy, que las decisiones a corto plazo no solucionan los retos estructurales y que era necesario plantear y establecer, con determinación, un gran Consenso Social para llles Balears, esto es un acuerdo firme y a largo plazo entre los miembros e instituciones de nuestra comunidad articulado en torno a principios compartidos –en el diagnóstico, en el pronóstico y en las indicaciones terapéuticas- que haga posible recuperar la senda del bienestar y la convivencia sin conflicto.
Obviamente ese gran Consenso Social debe incluir un consenso de los representantes, es decir un Consenso Político que tenga como propósito garantizar su ejecución en el tiempo y que trascienda más allá de una legislatura. Pensamos que, en estos momentos, el Consenso social –que incluya el político y alinee Instituciones- es la base sólida que garantiza la eficacia y la eficiencia para ahora y para el porvenir. La falta de consenso nos perjudica a todos y ,además, puede salirnos más cara.
El entorno no es favorable, está polarizado (polarización es la palabra de moda), pero el acuerdo y la avenencia social y política son imprescindibles para fortalecer nuestra resiliencia como territorio frágil y vulnerable (no importa recordar al COVID) y, al mismo tiempo, para garantizar oportunidades de desarrollo personal, progreso económico y bienestar a las nuevas generaciones.
El asunto afecta a todos y tenemos que estar todos en esto, ciudadanos, políticos, gobernantes, empresarios, sindicatos y sociedad civil. Ni lo público puede con todo, ni el mercado ni la ciencia solucionarán los problemas aunque aporten la solución. El momento es pues decisivo: podemos malgastar esfuerzos, recursos y energía, o podemos juntarnos y actuar. ¿Qué elegimos?