La comunidad internacional es una figura abstracta y bastante borrosa, probablemente un invento periodístico, que nadie sabe muy bien qué es porque sólo se la menciona y recurre a ella en caso de cataclismos globales (crisis económicas, pandemias, guerras, calamidades medioambientales), y es precisamente entonces cuando se ausenta y no se la ve por ninguna parte. Muy volátil, la comunidad internacional. Se la suele asimilar a Occidente, otra entelequia que tras considerarse a sí misma el mundo, se caracteriza desde hace un siglo por su tendencia a decaer (La decadencia de Occidente), lo que tampoco aclara esos enigmas de la comunidad internacional. Al contrario, mucha gente ilustrada se mosquea y empieza a refunfuñar en cuanto lee en la prensa ‘comunidad internacional', y a veces de esos refunfuños salen gruesos tratados ensayísticos de gran éxito editorial. Sobre lo maltrecha que está la comunidad internacional, incluyendo Europa. A veces no sale nada, sólo quejas, porque con la decadencia de Occidente hemos topado. Si en la guerra de Gaza el comportamiento esquivo de la comunidad internacional es horripilante, en la de Ucrania no parece ser mejor, porque después de alentar y poner por la nubes a los ucranios, que son los que mueren, se diría que ahora se limitan a regular, para que las matanzas se mantengan y no gane nadie. Eso sería un desastre para la paz. Ah, la comunidad internacional occidental. Puesto que Europa forma parte de ella y estamos en elecciones, la cosa aún se complica más. Ver a tantos ultraderechistas y fachas redomados clamando libertad, y las sonrisas comprensivas, muy británicas, de los neoliberales ante su empuje ascendente, es algo que mucha gente sensata todavía no ha podido tragar. Qué comunidad internacional es esa, mascullan. Dónde está cuando se la necesita. Pero como al materialismo dialéctico sucedió el sentimentalismo dialéctico, y de sentimientos es inútil razonar, pues intentan ir tirando como si esa famosa comunidad internacional no existiese. Que es lo que hace ella habitualmente. No existir. Y quién sabe si una auténtica comunidad internacional, perfectamente operativa, no sería mucho peor. Hay indicios, datos, distopías.
La comunidad internacional
Enrique Lázaro | Palma |