El food track es un fenómeno mundial. «Si lo traducimos, queda fatal: ¿furgoneta de comida, camión restaurante?» «-Pues a mí lo de fud trac me parece una majadería». La conversación entre la inspectora Petra Delicado y el subinspector Garzón en la última novela de Alicia Giménez Bartlett (La mujer fugitiva, Destino, 2024) señala directamente cómo el inglés avanza imparable en el proceso de colonización de los idiomas oficiales de Balears, el catalán y el castellano. Lo cual resulta paradójico en un país que históricamente considera el inglés como la asignatura pendiente, aunque menos, naturalmente, en lugares turísticos como las Islas. Un somero repaso para nada exhaustivo de los medios locales de comunicación ofrece numerosos ejemplos del uso del inglés, quizá innecesario, en convocatorias y eventos del más diverso signo, de manera que la afirmación novelera del policía de ficción -una majadería- invita a la reflexión.
Entre el anuncio radiofónico de dos mallorquinarros que parecen a punto de frenopático, burda caricatura de la forma de hablar de determinadas zonas insulares, y la convocatoria en Inca de Mallorca Dream Days, un salón de bodas, bautizos y comuniones para empresas de Balears, tal vez debería haber un término medio. Ninguna área de actividad parece librarse de la tendencia, que es lógica, evidentemente, en la hostelería y el turismo. No hay compañía que se precie que no añada a su marca los términos International resort, o se adorne con un Starways World Best Hotels, al parecer un premio muy destacado. La palabra inmobiliaria lleva camino de desaparecer del uso corriente y una reciente y muy importante reunión de expertos para analizar los problemas de la vivienda, entre otras cuestiones sociales y económicas, se desarrolló bajo la denominación de Real Estate Summit. La idea para la búsqueda de pareja estable, una agencia matrimonial, es Vinqulo Matchmakers; un encuentro para fomentar la danza oriental es el Festival Bellydance; y Partners in crime es un espacio pensado para el desarrollo de la producción de artesanos y artistas. El inglés es muy habitual en las convocatorias relacionadas con el cine y la música con una clara vocación de internacionalización: Mallorca Live Festival, Atlántida Film Fest, Evolution Mallorca International Film Festival. En Lloret, Red Carpet es un centro para estancias creativas de músicos. Como en tantas áreas de actividad, la influencia de internet es arrolladora. Alumbra incluso nuevas profesiones: influencer, y sus followers. Y el opuesto, el hater, el insultador anónimo. Las agencias de SEO (¿) son especialistas en técnica digital para optimizar la presencia online. Un Kit Digital ofrece soluciones básicas digitalizadas para los fondos Next Generation de la UE.
El deporte no es ajeno a la dinámica y pronto se disputará la Balear Cup Healthybody, relacionada al parecer con forzudos. Hasta la Universitat de les Illes Balears se ha rendido: sus jornadas de puesta en común de estudiantes y empresas se llaman Job Days. Son algunas muestras de un mosaico que, tesela a tesela, va creciendo. Probablemente en todos los casos los mismos enunciados, en catalán o en castellano, tendrían la misma sonoridad y prestancia. A ver si va a tener razón el subinspector de la novela.