La muerte del profesor Joan B. Culla pone fin a una época en el que el prestigio de los intelectuales estaba fuera de cualquier duda. Se podía estar incluso completamente en desacuerdo en alguna de sus opiniones y él mismo propiciaba entre sus alumnos, contertulios, lectores y espectadores el sentido crítico incluso con sus afirmaciones.
Hace un tiempo afirmó que le costaba entender el siglo XXI a quien había sido uno de los máximos explicadores del siglo XX. Sus intervenciones en televisión presentando películas y documentales eran simplemente espectaculares. Su libro Israel, entre el somni i la tragedia debería ser lectura obligatoria para todo aquel que ose escribir o decir una sola palabra sobre el conflicto en Oriente Próximo, desde Pedro Sánchez hasta el tuitero más miserable.
Cuando se va un intelectual como el profesor Joan B. Culla todos nos sentimos un poco más desamparados.