Primero fueron los médicos, después el personal de Enfermería, los componentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los trabajadores de hostelería, restauración, construcción… Y ahora es el profesorado con casi 170 plazas de docentes sin cubrir en pleno inicio del curso escolar lo que crea un problema gravísimo para los alumnos. Faltan profesionales en prácticamente todas las actividades económicas de las Islas, una situación que se viene produciendo desde hace años y a la que nadie ha sabido o querido ponerle freno. Baleares no es una comunidad atractiva para trabajar, a la barrera idiomática se une la carestía de la vida, los alquileres prohibitivos para sueldos medios y una insularidad cada vez más costosa. La falta de previsión de los sucesivos gobiernos, especialmente en el ámbito educativo y sanitario, es clamorosa. Centrados en temas ideológicos y lingüísticos, nuestros gobernantes han olvidado la realidad, condenándonos a un deterioro de la calidad de servicios públicos esenciales, mientras ellos siguen en sus poltronas.
Sin profesionales
María Luz García | Palma |