Fernando López Miras en mayo a los medios de comunicación: «las coaliciones son un engaño». Así tal cual, pura fibra sin adornos, sin tapujos y sin contemplaciones. Aplaudido y querido. Ahora investido como nuevo presidente de Murcia la coaliciones no engañan o, tal vez, fueron los periodistas que no interpretaron bien mis palabras. Siempre es mejor matar al mensajero y lavarse las manos como Poncio Pilatos, que en todo caso es más higiénico, que no reconocer que se la ha tragado doblada. En un principio uno suele soltar lo que de verdad piensa pero poco a poco, sobre todo tratándose de poder que vicia mucho, el sólo imaginar que pudieras estar alejándote de aquello que ya has saboreado te atemoriza. ¿Y si convocando nuevas elecciones nuestros resultados se van al traste? Pues marcha atrás y que no se note demasiado, que me gusta mucho esta piruleta.
Todo de un modo tan «profesional» que llegan al punto de creerse sus propios argumentos y, naturalmente, sin dejar de aprovecharse de una ciudadanía extremadamente fanática que cree a pies juntillas a los jerifaltes de su partido político como lo hacen con los jugadores de sus clubes de fútbol pese a que fallen goles a puerta vacía. Eso les permite hacer lo que desean sin arrepentimiento. Aplaudidos y queridos. Total, en unos meses todos se olvidan de mis palabras. Sospecho que el nombre de pila favorito entre estos pseudo políticos de tres al cuarto es Diego, esos mismos que trataron de gobierno ilegítimo al PSOE por su alianza con Podemos proclamándolo a los cuatro vientos a través de sus medios de comunicación particulares, tan locuaces llámese Ana Rosa o Vallés o Perico de los Palotes. Sin embargo, todos sabemos que los matrimonios de conveniencia nunca llegan a buen puerto y si no al tiempo. Estaremos pendientes como en un reality show cuando se lancen la vajilla a la cabeza. Pero aplaudidos y queridos.