Se sabe de un concejal electo de un municipio de España que es negacionista del holocausto judío y ferviente admirador de Hitler. Hay otro que fue acusado de atacar una sinagoga y un centro de menores no acompañados. Y no falta el que tiene tatuadas en su corazón las fotos de Putin y Tejero, el general golpista. Es posible que sea el mismo que pertenece a la organización Cruzados de Cristo Rey.
El otro día, mientras desayunaba, escuché a unos tipos encorbatados decir, entre risas, sin sonrojarse, que todas las mujeres son unas zorras. También escuché a una mujer con estudios superiores afirmar, sin atisbo de ironía, que este mundo lo que necesitaba era una buena purga estalinista.
Este verano, me presentaron a un profesional liberal de cierto prestigio que, después de dos copas, sostenía que las lesbianas eran mujeres resentidas y degeneradas. Después del Imperio Romano, llegó la Edad Media. Bienvenidos al siglo XXI.