En el PSOE necesitan a Yolanda Díaz como agua de mayo. Y es que las encuestas anuncian que el PSOE no obtendrá mayoría suficiente para gobernar. Así que Pedro Sánchez, puesto a buscar tándem, la prefiere a Pablo Iglesias, Irene Montero, Ione Belarra, y compañía. La vicepresidenta, cuentan en los aledaños de la Moncloa, es más razonable, se puede llegar a acuerdos con ella.
De ahí a que Pedro Sánchez le haya concedido un papel estelar en el espectáculo de la moción de censura presentada por Vox, donde la vice dio la réplica a Ramón Tamames. Una parte más del espectáculo en el que la vice salió a consolidar su futuro como líder de Sumar y hacer alarde de su buena imagen.
Yolanda Díaz tiene una excelente imagen que se ha ido labrando con inteligencia y tesón. En realidad desde que llegó al Gobierno Díaz sobre todo trabaja para... pues para Yolanda Díaz. Y es que está política ha ido subiendo peldaño a peldaño hasta llegar al Consejo de Ministros, eso sí, por el camino ha ido dejando a quienes la ayudaron a subir y confiaron en ella. El último de la lista es Pablo Iglesias al que tanto debe.
A la vista está que ella es mucho más astuta y calculadora que quienes le han ido abriendo puertas. Y hay que congratularse de que sea así, porque Díaz ha puesto de manifiesto de manera clara y transparente que la ambición no es solo cosa de hombres, y la astucia tampoco. Vamos, que ha dado sopas con honda a todos los que han sido sus mentores, lo cual la hace doblemente peligrosa para Pedro Sánchez. Pero como Sánchez se cree que si está en la Moncloa es porque es más listo y resistente que sus adversarios, seguro que piensa que a él Yolanda Díaz no le va a dar sopa con honda y la podrá manejar a su antojo hasta que le venga bien.
Desde luego para Sánchez y su PSOE es primordial que Sumar tenga éxito en las urnas. De ese éxito dependerá la continuidad de Sánchez en Moncloa, por tanto desde el PSOE se van a volcar en ayudarla en detrimento de Podemos.