Menos mal que hay en el Gobierno mujeres preocupadas por el sometimiento de las hembras a lo que llaman el heteropatriarcado, e investigan sobre el asunto y, gracias a su sacrificio y estudios, han descubierto que la fornicación es un sometimiento de la mujer, cuando hay actividades mucho más placenteras, como la masturbación.
Millones de años pensando que fornicar era una actividad natural, y resulta que se trataba de una esclavitud perversa de los hombres para someter a las mujeres. Incluso el viejo principio de que la fornicación es mejor que la masturbación, aunque sólo sea porque conocer gente, resulta que es una añagaza que esconde las perversas intenciones heteropatriarcales.
Este descubrimiento ha sido llevado a cabo por la secretaria de Estado del Ministerio de Igualdad, quien, a pesar de ser licenciada en Filosofía, parece que es una consumada sexóloga y una investigadora moderna, que ha profundizado hondamente en la fornicación, y ha llegado a tan brillantes conclusiones.
La conclusión de estos brillantes descubrimientos, que han pasado inadvertidos durante miles de años, se compartieron durante una reunión dirigida a los futuros profesores de educación afectivo-sexual. Eso nos deja tranquilos. La gran investigadora con toda sinceridad y llaneza, expresó su gran preocupación, porque las mujeres en España prefieran la fornicación a la masturbación. No las tachemos de antiguas, sino de víctimas del machismo, y que carecían de información.
A partir de ahora, cuando esta nueva promoción de profesores afectivo-sexuales se ponga en marcha, ya sabe que, si sorprende a su hija en las llamadas prácticas de Onán, no es sino la evidencia de que está luchando contra el pernicioso machismo. La preocupación terrible de la secretaria de Estado va camino de curarse: en cuanto se sepa que fornicar es de antiguas esclavas desinformadas, cambiarán los hábitos. La modernización de España es imparable.