El hallazgo de los restos de Aurora Picornell en la fosa de Son Coletes, junto con los de les Roges del Molinar, cambia algunos detalles de la represión franquista en Mallorca. Se creía que estaban enterradas en Porreres y han aparecido en esta ubicación diferente. Además se ha encontrado la pluma estilográfica de la llamada Pasionaria de Mallorca, un detalle que añade emotividad al hallazgo y que no es baladí, puesto que con ella escribió páginas memorables. Que sus cuerpos se hayan encontrado en una u otra fosa no cambia la esencia: fueron torturadas, vejadas y asesinadas por sus ideas y arrojadas a una fosa común privando a sus familias de cualquier posibilidad de homenaje, recuerdo o memoria. Ahora por fin se podrán restituir los cuerpos a los familiares, que podrán decidir qué hacen con ellos. En un momento de ascenso del fascismo en toda Europa, conviene no olvidar a nuestros muertos ni nuestra historia.
No olvidemos la barbarie
Sebastià Bennassar | Palma |