Hace poco que Laura, aquella niña rubia con ojos azules que conocí con tres añitos, cumplía su mayoría de edad, y eso me hace preguntarme qué le diría a mi yo de 18 años si me cruzara con él… Querido yo: Justo al acabar selectividad te diste cuenta de lo que venía, llegó tu primera crisis existencial y tuviste que tomar la primera decisión importante en tu vida. No tenías ni idea de lo que querías estudiar, sin embargo ahí estabas, tan tranquilo. Te equivocaste, corregiste y tomaste buenas decisiones. Equivocarse es lo más normal del mundo, cualquier decisión que signifique salir fuera de nuestra zona de confort conlleva miedos, inseguridades e incluso bloqueos. No hay por qué temerle, es una decisión más en nuestra vida.
Querido yo, el mundo ha ido cambiando, hace equis años estudiar una carrera significaba encontrar un trabajo. Pero actualmente, esto ya no existe. Puedes estudiar una carrera y acabar trabajando de algo completamente diferente. La formación profesional cada vez es más importante, con esto no quiero decir que te rasques la barriga y te tires un año sin hacer absolutamente nada. Tienes muchas opciones para invertir en ti mismo. Puedes trabajar para mejorar tu relación con el dinero, y aprender a apreciarlo. Formarte a través de libros o cursos online en todo aquello que te haya despertado curiosidad. Aprender idiomas, algo tan importante en la actualidad. El valor más preciado en esta vida es el tiempo. De modo que déjate de tonterías, no te quejes por estupideces ni malgastes energía en cosas que no valen la pena. Sé agradecido, aprecia todo lo que tienes y disfruta de cada momento. Comienza cogiendo las riendas de tu propia vida y no vivas el día a día de otra persona.
El fracaso no existe. Aprende de todos los errores que cometes a diario. Tienes toda una vida por delante. Demuestra por qué estás aquí. Esto es lo que le diría a mi yo de los 18 años si me cruzara otra vez con él. Y también a ti querida Laura, que nada ni nadie te impida dormir y despertar con una sonrisa en la boca. Sigue viviendo, hazlo pero siempre con cabeza, con firmeza y con la seguridad de que haces las cosas bien hechas. Lucha por tus sueños y disfruta. Nunca te rindas. ¡Te queremos!