Es una lástima que haya dos Europas, la rica y la pobre, y que no haya medidas serias que contrarresten un poco esa desigualdad y eviten una libertad de mercado que acabará esclavizando al sur de la Unión Europea. Basta ver como los del norte, con un sueldo que duplica o triplica el de los países del sur: Portugal, España, Italia y Grecia, pueden venir a comprar terrenos y casas que los especuladores –sean de aquí de o de allá– venden a unos precios que a largo plazo harán imposible que nuestros hijos o nietos puedan adquirir una vivienda digna en su propia tierra. Esa Europa gobernada por un liberalismo salvaje que, con la excusa de la libertad de mercado al que nadie impone ningún límite, se permite abusar, no va por buen camino. Y es que a Europa le falta espíritu y le sobran especuladores. En España, ni los ¿socialistas? ni los de Maduro y Putin, parecen haberse enterado del problema. Me dirán que ellos no pueden hacer nada para evitarlo ni lo pueden prohibir, pero a los ciudadanos nos van imponiendo, a base de impuestos, lo que podemos comer y beber.
Es una dictadura. El comunismo en casa. Jamás los españoles –pequeños empresarios y trabajadores– habíamos pagado tantos impuestos ni tenido tantos ministros ni directores generales en el Gobierno de Madrid, y jamás habíamos sufrido tantas prohibiciones… Ni cantar podemos… si va contra su ideología; si no es así, se puede hasta incitar a matar. Eso me recuerda al fascismo. Ahora, con la crisis que estamos padeciendo y con un gobierno en manos de minorías, se le han dado 20.000 millones de euros a Montero para la Igualdad entre mujeres y hombres… ¿o para que se calle y no moleste al rey de mambo…? España no funciona, porque no hay políticos sino especula-sillones. Por eso, si no cambian las cosas, los mallorquines acabaremos viviendo en pisos de protección oficial… o como los nativos de Hawái, en barracas detrás de los hoteles.
Solo espero que entonces, al menos, podamos decidir de qué país querremos ser una colonia. ¿O los progres –¡Qué mal me cae esa palabra que desde que mandan estos, solo me recuerda un retroceso!– no nos lo permitirán? Pues no. Ni Maduro ni Putin lo hacen. ¡Menos mal que tenemos las urnas contra los NODOS que nos sueltan!