Las perspectivas de futuro son negras de modo especial para los jóvenes, señala una fundación vinculada a Cáritas que realiza estudios sobre la situación y los cambios sociales en España (Foessa). Casi dos millones de hogares dependen de un único ingreso de sus miembros que atraviesa una situación de inestabilidad laboral grave. La secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, añade: «una parte de la población se ve expulsada de la sociedad, y quien se ha quedado fuera tiene casi imposible volver a entrar».
El 34% de las familias considera que la pandemia ha tenido un fuerte impacto en el deterioro de sus relaciones sociales. Además, una de cada tres familias ha tenido que reducir sus gastos en lo básico: alimentos, ropa… En el caso de los jóvenes, hay 2,7 millones entre 16 y 34 años afectados por procesos de exclusión social, calificados por esta fundación, como «intensa y multidimensional que se traduce en la imposibilidad de materializar cualquier proyecto de vida. Por lo que respecta a la mujer, dice el informe, la crisis de la COVID, con un aumento del teletrabajo y las rutinas de confinamiento, ha aumentado las desigualdades de género ya existentes antes de la pandemia».
Ante esta situación: ¿qué hacen los gobiernos, tanto centrales como periféricos, para erradicar la pobreza? En España, a fecha de hoy, hay cerca de tres millones y medio de parados. Quizás esta es la principal causa de la pobreza; pero los gobiernos parece que no le dan mucha importancia al paro, porque están empeñados, entre otras cosas, en suprimir a los trabajadores autónomos que son los únicos que crean empleo. ¿Qué hacen los gobernantes para crear empleo? Se ocupan de temas que en muchos casos son ridículos, a falta de realidades que desconocen o no las quieren escuchar. Ante esta grave situación, si los gobiernos actuales no sirven, que vengan otros.