El alcalde José Hila no sabía nada sobre la contaminación de la bahía de Palma por el vertido de aguas no depuradas ni tratadas durante años. Pese a llevar cinco años de alcalde, dos como teniente de alcalde con Noguera, y haber estado cuatro años como concejal en el gobierno de Aina Calvo, si hubo contaminación en algún momento, como denuncia la Fiscalía, la culpa es de los otros alcaldes, desde Fageda a Cirer y evidentemente Mateu Isern. No sé si el actual alcalde de Palma va a convencer al Juzgado de Instrucción 12 de Palma que instruye este asunto, pero deben saber que Hila reitera que ha aportado soluciones al problema, bien cerrando la playa de Can Pere Antoni cuando la contaminación ya era peligrosa para los bañistas o poniendo parches a la vieja depuradora.
De nuevo se da el caso de un gobernante que cuando está en el poder da la culpa a los que estuvieron antes, sin saber que si los ciudadanos le han puesto en el cargo es para que solvente las cosas que no hicieron sus antecesores y por las cuales no fueron reelegidos en el cargo y perdieron las elecciones.
Tampoco habla Hila del dinero que se invirtió en depuración cuando la alcaldesa era Aina Calvo y Antich presidía el Govern, etapa durante la cual no se destinó dinero del canon de saneamiento que, teóricamente, debía servir para invertir en depuradoras y que es la que pagan los ciudadanos de Balears durante años en la factura del agua.
«No puedo hacer más», ha admitido Hila en declaraciones a la agencia Efe, algo que ya sabíamos todos los palmesanos ante sus sonoros fracasos en todas las parcelas de gestión del Ayuntamiento de Palma esta legislatura, la peor de la historia con mucha diferencia sobre la segunda. Lo peor de las declaraciones de Hila, tan previsible siempre y siguiendo el estilo que le ha caracterizado durante su trayectoria política, es que de nuevo los actuales gestores intenten escurrir el bulto ante un asunto de tanta gravedad por dos motivos: primero por desviar el dinero recaudado con un impuesto finalista y, en segundo lugar, por permitir la contaminación de la bahía de Palma. Del PP todos podemos esperar y no debe sorprendernos su poca sensibilidad medioambiental, pero que la izquierda sostenible y circular haya permitido la contaminación de la bahía de Palma sin invertir en la depuradora, gobernando además en las principales instituciones de Balears más tiempo que el PP en las últimas dos décadas, resulta aún más decepcionante y escandaloso.
Afortunadamente, la Fiscalía ha hecho su trabajo, así como otros medios especializados que han realizado una gran investigación, pero con la instrucción no quedará más remedio que llamar a declarar a los que gestionaron el canon de saneamiento y las depuradoras durante años. Pero no es aceptable que Hila intente descafeinar este asunto escurriendo el bulto sobre su responsabilidad, que la tiene, y la de su gobierno, el de ahora y el de Calvo. Aquí todos tendrán que dar explicaciones y me temo que este asunto dará mucho que hablar en los próximos años. Que pasen por los juzgados los del PP, PSOE y Més per Mallorca, que también tiene mucho que decir sobre este escándalo, y que caiga quien caiga. El asunto no es nada menor, por mucho que Hila intente hacernos creer lo contrario.