Perder los papeles en política y decir disparates es un hecho comprobado, pero desgraciadamente cada vez va a más y, aunque a muchos se lo parezca, no todo vale. La reacción de la teniente de alcalde de Modelo de Ciudad y Urbanismo, Neus Truyol, a las acusaciones de la oposición de fomentar el comercio irregular por lucir una sudadera de la marca Top Manta es un auténtico desatino.
¿Cómo se puede decir que PP, Ciudadanos y Vox no quieren que existan empresarios negros y que su postura es puro racismo? ¿Acaso no sabe Truyol que el top manta es una actividad ilegal la ejerza quien la ejerza? ¿Desconoce la explotación que hay detrás? ¿Es consciente de la competencia desleal que supone para el pequeño y mediano comercio?
Imagino que no, que la edil vive en sus mundos de yupi donde todo es blanco o negro, progre o reaccionario y buenismo en grado sumo, mientras que el resto son los malos de la película y los racistas. Si la señora Truyol conociese la realidad de Palma y su tejido empresarial dejaría de desbarrar y de tomarnos por tontos.